Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
6
PARTE
INTRODUCTORIA
1. Introducción
1.1.
Objeto
de
estudio
Los
primeros
años
del
siglo
XXI
están
resultando
algo
turbulentos
al
igual
que
ocurrió
al
comienzo
del
siglo
XX.
Una
profunda
crisis
se
cierne
sobre
nuestra
sociedad
globalizada
inundando
todos
los
aspectos
humanos
de
la
sociedad:
en
el
ámbito
económico,
la
caída
de
Lehman
Brothers
fue
el
disparo
de
salida
de
una
carrera
de
adquisiciones,
fusiones,
bancarrotas
que
aún
a
día
de
hoy
no
ha
finalizado
y
que
ha
sido
causada
en
última
instancia
p or
las
prácticas
poco
ortodoxas
de
un
sistema
financiero
cuyo
único
objetivo
ha
sido
el
maximizar
el
beneficio
a
corto
plazo
para
repartir
dividendos
a
sus
accionistas.
Las
similitudes
con
la
crisis
de
1929
han
impulsado
a
los
Estados
tradicionalmente
más
liberales,
como
es
el
caso
de
Estados
Unidos,
a
tomar
medidas
de
carácter
proteccionista
asumiendo
parte
del
control
de
los
Consejos
de
Administración
de
algunas
entidades,
y
adquiriendo
“activos
tóxicos”
a
costa
del
endeudamiento
de
las
arcas
del
Estado,
que
en
última
instancia
acabará
siendo
pagado
por
todos
los
ciudadanos.
La
crisis
no
es
sólo
una
crisis
económica,
es
una
crisis
profundamente
humana
en
la
que
todo
lo
que
dábamos
por
establecido
se
tambalea,
en
la
que
vivimos
las
consecuencias
de
un
siglo
XX
dónde
las
ideologías
tecnocráticas
han
acabado
por
transferir
principios
a
los
valores
del
individuo,
y
el
individuo
ha
actuado
no
como
ser
humano,
sino
como
pieza
de
una
engranaje
gobernado
por
una
reglas
inhumanas.
Las
preguntas
que
trata
de
respond er
el
presente
trabajo
de
investigación
son:
¿Por
qué
hemos
llegado
a
la
situa ción
actual?,
¿Cómo
es
posible
que
el
ser
humano
haya
llegado
a
extremos
tan
absurdos
como
para
hacer
tambalear
la
estabilidad
económica
mundial
apostando
en
el
mercado
de
opcion es
y
futuros,
planes
de
pensiones
y
recursos
indispensables
para
la
economía
real?
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
7
La
respuesta
no
se
haya
solamente
en
un
modelo
matemático,
ni
en
una
práctica
aislada
de
un
individuo.
Tal
vez,
sí
en
un
modelo
de
teoría
de
juegos
do nde
el
hombre
carece
de
toda
dimensión
ética
y
de
todo
altruismo,
y
do nde
las
expectativas
racionales
no
contemplan
otro
beneficio
que
no
sea
el
propio
en
términos
exclusivamente
fiduciarios.
Aunque
se
usan
como
sinónimos
los
términos
fiduciario
y
económico,
ambas
realidades
no
son
semejantes.
Lo
fiduciario
forma
parte
de
lo
económico.
Lo
económico
alberga
todas
las
negociaciones
que
aspiran
a
cerrar
una
transacción
entre
seres
humanos
para
resolver
los
fines
que
cada
individuo
pretende
alcanzar.
Lo
económico
no
es
siempre
algo
r ecíproco,
y
en
ocasiones,
la
economía
resuelve
las
necesidades
de
los
individuos
de
forma
gratuita,
o
accesoria
a
otras
transacciones
recíprocas.
Muchos
son
los
economistas
que
desde
finales
del
siglo
pasado
vienen
advirtiendo
que
el
hombre
no
es
un
mero
“homo
economicus”
que
actúa
por
el
propio
beneficio
y
que
busca
desesperadamente
maximizar
su
utilidad
marginal
cuando
consume.
El
hombre
es
m ucho
más
y
tiene
en
cuenta
no
só lo
unas
pocas
variables
elegidas
para
poder
explicar
un
comportamiento
en
términos
matemáticos.
El
hombre
es
un
ente
con
la
capacidad
suficiente
para
controlar
multitud
de
variables
intangibles
que
no
tienen
por
qu é
respetar
el
principio
de
racionalidad.
El
hombre
puede
valorar
su
entorno
y
las
consecuencias
de
todos
sus
actos
sobre
sus
semejantes.
Hasta
no
hace
mucho,
el
hombre
estaba
gobernado
por
la
ética,
percibía
de
forma
positiva
las
buenas
prácticas
económicas,
sociales
y
políticas,
condenaba
los
abusos
de
poder
y
los
comportamientos
no
acordes
con
el
Derecho
Natural.
Sin
embargo,
en
la
sociedad
actual,
la
mera
afirmación
de
una
verdad
universal
parece
una
locura
a
los
ojos
de
todos.
Todo
es
opinable,
y
lo
opinático
parece
restar
validez
a
lo
que
la
Metafísica
o
la
Ética
lleva
descubriéndonos
a
lo
largo
de
la
Historia.
El
Positivis mo,
el
Liberalismo,
el
Comunismo…
y
toda
utopía
tecnócrata
que
no
respeta
un
fundamento
ulterior
de
la
persona
humana
acaba
convirtiendo
al
ser
humano
en
una
pieza
de
un
mecanismo
que
no
tiene
sentido,
pues
construido
por
hombres
no
sirve
a
ninguno
de
ello s,
y
buscando
un
bien
común,
perjudica
a
todas
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
8
y
cada
una
de
las
instituciones
sociales
que
han
permitido
el
verdadero
desarrollo
de
la
humanidad.
El
individualismo
nihilista
de
nuestra
sociedad
ha
transmutado
el
espíritu
de
la
democracia
clásica
en
una
d emocracia
de
consumo,
en
la
que
el
individuo
expresa
su
identidad
en
la
sociedad
a
través
de
la
compraventa
de
bienes
y
servicios.
Instituciones
como
la
familia
se
ven
gravemente
amenazadas.
La
tasas
de
natalidad
caen
en
picado
por
debajo
de
la
tasa
de
ree mplazo
poblacional,
y
el
drama
de
los
masivos
movimientos
migratorios
hacen
que
los
pueblos
pierdan
su
identidad
y
queden
desarraigados
en
un
mundo
que ,
aunque
es
global,
mantiene
a
los
individuos
desconectados
de
su
identidad
como
seres
humanos.
Vivimos
e n
la
sociedad
del
corto
plazo.
La
Política
y
el
Derecho
contemplan
cada
vez
menos
las
necesidades
lógicas
de
una
sociedad
que
aspira
a
desarrollarse
más
allá
de
un
horizonte
temporal
de
seis
meses,
basándose
en
la
información
de
sondeos
estadísticos
y
en
u na
ley
de
los
grandes
números
aplicada
sin
demasiado
criterio
ni
recursos
económicos
suficientes
para
garantizar
su
representatividad.
La
crisis
es
global
y
exige
un
replanteamiento
drástico
de
lo
que
entendemos
por
economía.
Debemos
comprender
que
aunque
hemos
maximizado
beneficios
fiduciarios,
hay
un
objetivo
superior
y
más
importante
que
no
hemos
cubierto
y
que
hoy
echamos
en
falta:
la
felicidad
de
los
hombres
y
su
libertad
ontológica.
Existen
multitud
de
activos,
denominados
en
muchas
ocasiones
inmateri ales,
que
nunca
han
formado
parte
de
un
modelo
ARIMA,
y
otros
muchos
que
fluyen
de
forma
gratuita
y
que
han
resultado
invisibles
porque
no
se
han
valorado
en
términos
monetarios.
La
economía
del
siglo
XXI
debe
ser
la
economía
de
la
responsabilidad
de
una
humanidad
capaz
de
equiparar
espiritual mente
su
gran
desarrollo
tecnológico.
Los
economistas
no
deben
valorar
las
transacciones
únicamente
en
términos
monetarios,
si
no
que
deben
aspirar
a
abarcar
la
gran
riqueza
de
las
relaciones
humanas
que
generan
valor ,
aunque
este
valor
no
sea
cuantificable
en
términos
fiduciarios.
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
9
Conceptos
clásicos
como
el
de
oferta,
demanda,
mercado,
libre
competencia,
…
que
se
han
desarrollado
fundamentalmente
en
el
siglo
XVIII
y
XIX,
bajo
premisas
simplistas
y
condiciones
“ ceteris
paribus "
para
poder
abarcar
su
análisis
desde
un
punto
de
vista
teórico,
han
de
ser
reformulados
contemplando
todas
aquellas
variables
y
circunstancias
que
en
su
día
no
se
incluyeron.
Esto
es
hoy
posible,
gracias
a
las
enormes
posibilidades
de
la
tecnolog ía,
y
en
especial
del
desarrollo
que
los
medios
de
computación
nos
brindan
en
la
actualidad.
No
está
exento
sin
embargo
de
dificultades
este
proceso.
Es
necesario
el
desarrollo
de
nuevas
técnicas
prospectivas
que
sean
capaces
de
describir
sin
prejuicios
lo
que
ocurre
en
el
mundo
real.
La
economía,
más
que
nunca,
ha
de
ser
ciencia
y
superar
toda
premisa
“a
priori”
sobre
lo
que
debe
ser
la
realidad.
Más
bien
debe
contemplarla
y
aprender
de
ella,
para
no
acabar
modificándola
según
lo
que
se
supone
que
debe
ser
“lógico”
o
“racional”.
Si
los
técnicos
presuponen
que
el
hombre
es
un
ser
egoísta,
acabar án
ofreciendo
soluciones
egoístas
a
los
hombres,
aun
cuando
la
solución
lógica
no
contemple
el
objetivo
de
maximizar
los
beneficios.
No
es
ético
presuponer
absolutame nte
nada
de
los
agentes
económicos
que
interactúan
en
el
mercado,
ni
simplificar
sus
expectativas
para
facilitar
el
análisis,
porque
disponemos
de
las
herramientas
que
los
economistas
clásicos
no
tuvieron,
y
que
sin
lugar
a
dudas
hubieran
usado
de
haber
po dido.
Siguiendo
a
Buchanan,
diremos
que
el
mercado
es
el
escenario
en
el
que
los
agentes
económicos
se
desenvuelven,
y
no
por
una
única
razón,
sino
por
múltiples
razones,
y
no
se
relacionan
de
una
forma
única,
si
no
de
múltiples
formas.
El
mercado
es
un
es cenario
y
debemos
identificar
los
agentes
reales
para
conocer
sus
intenciones,
respetar
su
naturaleza
y
determinar
como
influyen
en
la
felicidad
de
las
sociedades
y
en
su
desarrollo.
Amartya
Sen,
advierte
que
el
concepto
de
“Bienestar
Social”
limita
el
de sarrollo
de
las
sociedades,
pues
está
orientado
a
cubrir
mínimos,
y
sobre
todo
a
cubrir
necesidades
materiales,
cuando
el
desarrollo
del
ser
humano
va
más
allá.
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
10
Humildemente,
y
consciente s
de
la
gran
dificultad
que
supone
asumir
esta
nueva
concepción
de
la
economía,
proponemos
revisar
la
dialéctica
económica
histórica
que
nos
ha
llevado
a
nuestro
modelo
económico
actual,
para
descubrir
alguna
de
las
limitaciones
que
la
ciencia
económica
se
ha
impuesto
a
sí
misma.
Tendemos
a
pensar
que
el
primer
gran
diseño
sobre
los
intercambios
económicos
y
los
problemas
que
de
ello
se
derivan
se
debe
a
Adam
Smith,
pero
el
pensamiento
económico
viene
de
mucho
más
antiguo,
sobre
todo
del
pensamiento
ético
sobre
la
economía,
campo
espléndidamente
desarrollado
por
la
Filosofí a
Clásica,
el
Estoicismo
y
especialmente
la
Escolástica.
Nuestra
crisis
es
una
crisis
ética,
y
una
economía
formulada
al
margen
de
la
ética
ha
demostrado
carecer
de
sentido
para
una
humanidad
que
aspira
al
desarrollo
cierto.
Trataremos
en
el
presente
trabajo
de
identificar
agentes
en
el
mercado
real
a
partir
de
la
encuesta
CAPI
2005
de
familias
que
elabora
el
Banco
de
España.
Si
bien
en
este
encuesta
no
están
las
entidades
anónimas,
si
están
la
personas
que
participan
en
ellas
y
que
finalmente
toman
la s
decisiones
que
se
transforman
en
negociaciones
y
relaciones
mercantiles.
Nuestro
objetivo
último
es
sentar
las
bases
de
una
metodología
que
se
aplicará
de
forma
mucho
más
extensa
en
la
tesis
doctoral
del
autor
de
este
trabajo
de
investigación.
Una
vez
id entificados
los
perfiles
de
los
agentes,
habrá
que
aplicar
técnicas
de
Estadística
Cualitativa
para
descubrir
las
motivaciones
que
impulsan
a
éstos
a
establecer
relaciones
económicas.
Más
importante
que
el
cuanto,
es
el
cómo,
cuando
nos
alejamos
del
Marginalismo
hacia
la
Simbiótica.
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
11
1.2.
Descripción
de
los
capítulos.
En
el
capítulo
2
exponemos
que
l a
visión
intrahistórica
de
la
realidad
económica
impide
ver
que
la
Economía
es
consecuencia
de
las
actuaciones
de
los
individuos,
y
en
último
extremo,
de
su
fo rma
de
concebir
la
realidad.
Multitud
de
prejuicios
nublan
nuestra
creatividad
y
debemos
recurrir
al
pasado
para
comprobar
que
las
negociaciones
y
transacciones
no
tienen
por
qué
ser
entendidas
como
lo
son
en
la
actualidad.
Recurrir
al
pasado
remoto,
nos
p ermite
corroborar
esta
afirmación,
así
encontramos
que
maximizar
el
beneficio
no
fue
siempre
la
prioridad
de
los
agentes
económicos,
puesto
que
esta
característica
económica
del
individuo
se
veía
enriquecida
con
una
dimensión
mucho
más
humana
basada
en
el
respeto
y
en
la
búsqueda
de
la
satisfacción
mutua.
El
Análisis
Económico,
en
los
términos
iniciados
por
A.
Smith,
se
ha
ido
desvirtuando
y
alejando
de
la
realidad
paulatinamente
a
medida
que
la
aplicación
de
modelos
matemáticos
exigía
la
fijación
de
presup uestos
de
partida.
La
propia
realidad
se
ha
ido
alimentando
de
esta
forma
de
concebir
la
Economía
hasta
el
punto
de
que
el
“homo
economicus”
definido
en
la
teoría
ha
acabado
influyendo
en
el
hombre
económico
real
y
su
forma
de
negociación.
En
la
competenci a
perfecta,
no
hay
competencia,
pues
en
esta
influyen
multitud
de
variables,
muchas
de
ellas
cualitativas
que
la
simplicidad
de
los
modelos
“a
priori”
no
puede
contemplar.
Incluso
contando
con
los
instrumentos
de
cambio
actuales
es
imposible
lograr
la
igualdad
de
oportunidades
en
el
acceso
a
los
mercados,
generándose
diferencias
abismales
entre
el
precio
y
el
valor
intrínseco
de
las
mercancías
y
servicios.
Sólo
la
Ética
parece
garantizar
la
competencia
perfecta
al
poner
a
los
agentes
en
un
plano
de
igualdad
en
la
negociación.
La
Economía
no
surge
del
encuentro
de
oferta
y
demanda,
si
no
que
es
un
complejo
sistema
en
el
que
se
establecen
relaciones
más
parecidas
a
la
simbiótica
que
a
la
intersección
de
dos
funciones
que
dependen
de
dos
magnitudes:
cantidad
y
precio.
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
12
Este
nuevo
enfoque
precisa
de
una
visión
integral
que
considere
tanto
la
dimensión
microeconómica
de
los
agentes
autodefinidos
por
sus
características
propias,
como
una
dimensión
macroeconómica
que
contemple
las
consecuencias
de
sus
formas
de
estab lecer
relaciones
con
otros
agentes
y
negociar
en
la
Economía
Global,
en
la
que
cada
acción
del
agente
tiene
consecuencias
sobre
terceros
que
no
participan
en
la
negociación.
En
el
capítulo
3
exponemos
que
p ara
que
pueda
haber
competencia
perfecta
en
los
mercados
es
necesario
que
los
agentes
concurran
en
igualdad
de
condiciones
a
la
negociación,
y
esta
igualdad
de
condiciones
debe
basarse
en
el
respeto
del
valor
de
los
objetos
comerciados.
El
dinero
otorga
mayor
poder
de
negociación
a
los
que
lo
poseen.
Por
tanto,
la
ética
es
el
único
mecanismo
capaz
de
poner
a
los
agentes
en
igualdad
de
condiciones.
El
problema
esencial
de
la
Ética
es
definir
el
fundamento
de
carácter
moral
de
la
toma
de
decisiones.
Si
existe
un
basamento
transcendente,
el
hombre
se
perfeccionará
con
la
Ética
y
responderá
a
unos
cánones
de
actuación
definidos
por
el
Derecho
Natural.
Si
no
existe
este
basamento,
no
existe
el
comportamiento
ético,
y
el
hombre
tenderá
a
construirse
según
el
interés
personal
mientras
el
Derecho
Positivo
únicament e
busca
el
equilibrio
del
sistema
sin
aspirar
a
un
bien
mayor.
Sin
Ética,
no
es
posible
la
igualdad
de
oportunidades,
puesto
que
los
agentes
no
valorarán
las
circunstancias
de
la
contraparte
más
allá
de
las
consecuencias
que
estas
puedan
tener
para
con
su
propio
beneficio.
Las
organizaciones
de
carácter
anónimo
que
se
rigen
por
la
ley
de
la
oferta
y
la
demanda
intentan
ser
coherentes
con
la
Justicia
Social,
pero
en
multitud
de
ocasiones
no
lo
consiguen,
debido
precisamente
a
su
naturaleza
anónima
y
a
competir
en
mercados
en
que
s ólo
se
tiene
en
cuenta
el
beneficio
unilateral
de
las
organizaciones.
La
Doctrina
Social
de
la
Iglesia
se
fundamenta
en
la
existencia
de
un
Dios
que
nos
muestra
un
conjunto
de
normas
inherentes
al
ser
humano
que
permiten
que
éste
se
perfeccione
como
ser
trascendente.
La
Doctrina
Social
de
la
Iglesia
es
expresión
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
13
de
la
Ética
propia
de
nuestra
herencia
greco -‐latina
y
ha
de
ser
tenida
en
cuenta
a
la
hora
de
valorar
la
calidad
moral
de
las
actuaciones
de
los
individuos.
En
el
capítulo
4
n os
referimos
a
l a
familia
como
unidad
básica
de
la
Economía.
Las
familias
interactúan,
generan
empresas
de
carácter
anónimo
y
soportan
los
fondos
de
la
Economía
Financiera.
Hay
una
amplía
tipología
de
agente s,
y
hemos
elegido
uno
de
ellos
profusamente
estu diado
en
los
últimos
años:
la
Empresa
Familiar.
El
motivo
de
esta
decisión
es
por
su
doble
vertiente
mercantil
y
humana.
La
Empr esa
Familiar
se
caracteriza
por que
el
control
de
la
empresa
recae
en
el
seno
de
la
familia
y
la
toma
de
decisiones,
expresada
po r
su
forma
de
gobierno,
establece
un
comportamiento
que
podemos
calificar
desde
la
perspectiva
de
la
Ética.
Existen
múltiples
definiciones
“a
priori”
sobre
lo
que
es
una
Empresa
Familiar.
Dependiendo
de
la
definición
que
utilicemos,
los
análisis
estadístic os
no s
dirigirán
a
las
conclusiones
más
dispares.
En
este
estudio,
proponemos
una
definición
de
Empresa
Familiar
concebida
desde
una
perspectiva
simbiótica
e
íntimamente
relacionada
con
la
competitividad
de
este
tipo
de
organizaciones.
En
el
capítulo
5
ana lizamos
la
empresa
familiar
desde
una
perspectiva
macroeconómica
que
de
forma
generalmente
aceptada
constituye
una
realidad
evidente
en
todas
las
economías
nacionales
a
lo
largo
de
la
Historia,
por
este
motivo
los
gobiernos
y
los
organismos
supranacionales
tienen
interés
en
proporcionar
recomendaciones
sobre
la
definición
de
PYMES
y
microempresas.
Si
bien
es
verdad
que
no
todas
las
PYMES
son
empresas
familiares,
si
lo
son
un
elevado
porcentaje
de
ellas,
colectivo
al
que
debemos
añadir
las
empresas
familiares
de
gran
dimensión.
En
este
tema
hemos
especificado
cifras
de
la
presencia
de
las
empresas
familiares
en
la
estructura
económica
m undial
y
particularmente
en
el
marco
español.
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
14
En
el
capítulo
6
analizaremos
la
dinámica
interna
de
la
Empresa
Familiar,
constituida
por
individuos
que
se
relacionan
en
base
a
relaciones
de
consanguinidad,
familiaridad
y/o
contractuales.
Estas
relaciones
determinar án
las
peculiaridades
de
la
familia
empresaria,
y
dotarán
al
negocio
familiar
de
capacidad
de
supervivencia
y
c ompetitividad.
Las
relaciones
internas
generan
una
forma
concreta
de
conectarse
con
el
entorno,
y
establecen
el
grado
de
esfuerzo
colectivo
para
que
la
reputación
de
la
familia
sirva
como
garante
de
las
negociaciones
con
terceros.
Nos
referiremos
al
gobie rno
de
la
Empresa
Familiar
donde
l as
relaciones
de
carácter
informal
acaban
plasmándose
en
los
organis mos
y
en
las
formas
de
gobierno
variando
substancialmente
el
grado
de
compromiso
a
medida
que
la
empresa
aumenta
su
dimensión.
En
muchas
ocasiones
la
Empr esa
Familiar
parece
abocada
a
convertirse
en
una
entidad
anónima,
pudiendo
en
muchas
ocasiones
perder
los
matices
que
la
dotaban
de
una
especial
competitividad.
En
el
capítulo
7
recurriremos
a l
análisis
multivariante
que
ofrece
las
herramientas
necesarias
para
establecer
grupos
y
descubrir
variables
sombra
que
van
a
ayudarnos
a
comprender
mejor
la
realidad.
Lo
hemos
utilizado
para
encontrar
grupos
de
agentes
homogéneos
que
se
han
definido
a
sí
mismos
por
sus
características
comunes,
y
se
han
manifestado
como
actores
de
la
Economía
Simbiótica.
La
búsqueda
de
factores
que
nos
permitan
reducir
la
multitud
de
variables
y
aumentar
la
precisión
de
los
atributos
que
definen
a
cada
familia,
los
obtendremos
a
partir
del
análisis
fa ctorial.
Gracias
a
un
análisis
de
cluster
jeráquico
obtendremos
los
grupos
de
familias
que
se
revelan
como
familias
empresarias.
Es
necesario
identificar
a
los
agente
reales
y
valorar
las
consecuencias
de
sus
valores
y
actuaciones
sobre
la
Economía
Real,
para
fomentar
los
que
son
beneficiosos
e
identificar
las
imperfecciones
que
la
búsqueda
del
mero
beneficio
tienen
en
la
Economía
de
las
diferentes
naciones.
Economía
Simbiótica
–
El
caso
de
la
empresa
familiar
15
En
el
capítulo
8
realizaremos
una
síntesis
de
lo
expuesto
en
el
presente
trabajo
de
investigación
y
añadiremos
nuestras
conclusiones.