I 
INTRODUCCIÓN  
 
Según la Real Academia Española, el pícaro es un “personaje 
de baja condición, astuto, ingenioso y de mal vivir, protagonista de un género 
literario surgido en España en el siglo XVI”
1
. Sin embargo, se puede considerar 
como una figura que utiliza la astucia para obtener algunos beneficios y es capaz 
de portarse con viveza y sin pudor, rodeando los límites de la ética, pero sin llegar 
a producir una acción negativa. En la literatura española, gracias al nacimiento de 
este personaje, nace un nuevo género literario, la novela picaresca que se difunde 
precisamente en el así llamado Siglo de Oro. En efecto, en este género se 
parodiaban las historias épicas y las narraciones de caballería, intentando poner en 
evidencia una serie de antihéroes que descubrían los problemas típicos de la 
sociedad española de la época. El protagonista que, como hemos dicho, pertenece 
a un estado social muy bajo, utiliza la astucia para subir de nivel social y es capaz 
de recurrir a actos tales como la estafa y el engaño. Desciende de una familia 
deshonorada, cedida a la delincuencia y la criminalidad del tiempo y usa una 
cierta libertad que va contra todas las leyes impuestas por la sociedad. Además, se 
trata de una falsa autobiografía representada por el propio pícaro que narra sus 
aventuras e intenta dar lecciones sobre las buenas tradiciones a partir de sus 
propias culpas. El protagonista se muestra, con el tiempo, penitente de sus 
acciones y decide empezar una nueva vida. La novela picaresca tuvo una evidente 
influencia de la retórica sacra contemporánea, que enseñaba ejemplos a través del 
cuento de conductas inadecuadas que llevaban a una punición o penitencia. Pues, 
se trata de una ideología pesimista porque el ciclo de pecado se muestra de 
manera metódica y moralizante con el fin de ofrecer un mensaje constructivo
2
.  
 
 
1 JULIÁN PÉREZ PORTO Y ANA GARDEY, Definición de “Pícaro” y el nacimiento de la 
novela picaresca, 2013, actualizado 2015, http://definicion.de/picaro/. 
 
2 ALONSO ZAMORA VINCENTE, ¿Qué es la novela picaresca?, edición digital basada en 
la de Argentina, Buenos Aires, Editorial Columba, 1962, Alicante, Biblioteca Virtual 
Miguel de Cervantes, 2002, pp. 1-10, http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/qu-es-la-
novela-picaresca-0/html/ff70f412-82b1-11df-acc7-002185ce6064_3.html.
II 
Como hemos dicho anteriormente, los orígenes de la novela picaresca 
son españolas. La primera novela aparece de manera anónima por primera vez 
en 1554, en tres diferentes ediciones de Alcalá, Burgos y Anversa, con el título 
de Lazarillo de Tormes y cuenta en forma epistolar precisamente en primera 
persona, la vida de un muchacho, Lázaro de Tormes, desde su nacimiento hasta 
que se casa en Toledo con la criada de un arcipreste. Durante todo ese tiempo 
sirve a varios amos que lo maltratan y apenas le dan de comer: un ciego, un 
clérigo, un hidalgo, un fraile, un buldero y un alguacil. La intención de Lázaro 
es desmentir el rumor de infidelidad de su esposa con el Arcipreste de San 
Salvador y defender su honra. La obra describe el proceso de aprendizaje que 
vive el protagonista con las experiencias sufridas con todos los amos hasta 
llegar a integrarse en la sociedad. Podemos encontrar otra obra picaresca 
importante, El Guzmán de Alfarache (1599-1604) de Mateo Alemán; se trata 
de una narración autobiográfica según el modelo del Lazarillo y, sin embargo, 
no se realiza aquí la dualidad entre personaje y narrador que se da en la obra 
anterior, ya que el protagonista, Guzmán, asume la ideología relativa al 
concepto de honor y se presenta como un pícaro negativo
3
.  
Por el contrario, en la picaresca cervantina se combinan los elementos 
de la picaresca al uso con la novela breve de origen italiano. Además, 
Cervantes tiene una visión del mundo mucho más complicada que la de la pura 
narración picaresca y trata a los picaros como una de las tantas revelaciones del 
vivir íntegro de su obra, produciendo su propia sonrisa y generosidad. 
Cervantes considera el pícaro como una figura extraña y diferente respecto a 
los otros personajes mencionados en otras obras del tiempo. Esta figura no 
llega a dominar la situación, sino que sigue haciéndolo la ideología cervantina, 
bien lejana de la carga de lo que llamamos novela picaresca, a partir del 
Guzmán. Presentar héroes picarescos no quiere decir que la novela sea ya 
picaresca
4
.  
3 FRANCISCO RICO, La novela picaresca y el punto de vista, Editorial Seix Barral, 
Barcelona, 1970, pp. 93-129. 
 
4 ALONSO ZAMORA VINCENTE, ¿Qué es la novela picaresca?, edición digital basada en 
la de Argentina, Buenos Aires, Editorial Columba, 1962, Alicante, Biblioteca Virtual 
Miguel de Cervantes, 2002, pp. 39-46, http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/qu-es-
la-novela-picaresca-0/html/ff70f412-82b1-11df-acc7-002185ce6064_3.html.
III 
Cervantes presenta la figura del pícaro en algunas obras como en las 
Novelas ejemplares (Rinconete y Cortadillo, El casamiento engañoso y El 
coloquio de los perros) en las comedias (Rufián dichoso y Pedro de 
Urdemalas) en los entremeses (Rufián viudo) y en el Quijote poniendo en 
evidencia las figuras de Ginés de Pasamonte (parte I, cap. XXII) y Maese 
Pedro (parte II, cap. XXVI).  
Por ejemplo, en el primer capítulo de esta tesis donde se habla del 
pícaro en las Novelas ejemplares, hay cinco diferentes figuras: Rinconete, 
Cortadillo, el alférez Campuzano, Berganza y Cipión. 
En Rinconete y Cortadillo se cuenta la historia de dos muchachos que 
se han escapado de sus viviendas en el camino hacia Sevilla. En esta novela, 
Cervantes explora el mundo del robo y de la libertad y representa un Rinconete 
que sabe leer y escribir y es muy inteligente; en efecto, su padre le ha enseñado 
la profesión de buldero y a hablar bien, por lo tanto, el joven muchacho se 
siente amado por él. También representa un Cortadillo que no tenía buenas 
relaciones con su padre, famoso sastre de la época, quien a pesar de haberle 
enseñado la habilidad de hilar le impide abrir un taller de sastre por su cuenta y 
es víctima de la deshonora familiar, típica de los picaros.  
En el Casamiento engañoso se cuenta la historia del alférez Campuzano 
que es engañado por su mujer a través de una serie de mentiras y traiciones. 
Protagonista central es seguramente el alférez Campuzano que es el narrador 
del Casamiento y al mismo tiempo, autor de El coloquio. En efecto, esta figura 
representa el pícaro por excelencia porque tiene una serie de características 
importantes: de hecho, intentará engañar a su mujer Estefanía de todas 
maneras, pero él mismo será engañado por la mujer que es ella misma una 
estafadora. Además, es un soldado enfermo de sífilis y desde el punto de vista 
psicológico es valiente, incauto, mentiroso, codicioso e imaginativo y tiene 
mucha imaginación.  
En el Coloquio se cuenta la historia increíble de dos perros Cipión y 
Berganza, que tienen el don de la palabra. Los dos deciden contarse la historia 
de sus vidas y el primero en hablar es Berganza quien confiesa haber nacido en 
Sevilla mientras Cipión escucha las historias de su fiel amigo y le da consejos
IV 
muy importantes. El tema principal de esta novela es la manera en la que los 
personajes y los objetos no parecen ser lo que son ya que los dos perros tienen 
la capacidad de hablar y pensar racionalmente respecto a los otros 
protagonistas del cuento. 
En el segundo capítulo, donde se habla del pícaro en las comedias 
cervantinas hay dos diferentes figuras: Cristóbal de Lugo y Pedro de 
Urdemalas. En el Rufián dichoso se cuenta la historia de la vida disoluta antes 
y luego penitente de Cristóbal de Lugo, criado del inquisidor Tello de Sandoval 
y su muerte piadosa. El protagonista vive una vida de hampón, fullero y rufián 
en compañía de su criado, el gracioso Lagartija, y empieza a experimentar 
dudas de conciencia sobre su identidad secreta y religiosa. Importante es su 
conversión religiosa en fray Cristóbal de Lugo y su muerte como santo, 
aplaudido de los cristianos y lamentado por los demonios, entre ellos el mismo 
Lucifer. Por el contrario, en el Pedro de Urdemalas, encontramos a un pícaro 
astuto, aventurero, cínico y además noble. Se ve solo para luchar contra la vida 
haciendo el pícaro; en efecto, un mago le anuncia un futuro satisfactorio y 
según su profecía será rey, papa y volatinero. Urdemalas cree en ese destino; 
sirviente de un alcalde, se encarga de llevar a las cortas amorosas de varios de 
sus amigos con las hijas de su señor. Después, por amor de Belica, se va a vivir 
con una tropa de gitanos. C. en esta obra implanta con interés local escenas de 
pícaros, de gitanos, de gente del hampa, tipos del bajo pueblo, presentados 
como guía de vida auténtica.  
En el tercer capítulo, donde se habla del pícaro en los entremeses 
cervantinos hay dos personajes importantes que aparecen en el Rufián viudo: 
Trampagos y Escarramán. En esta obra se cuenta la historia de Trampagos, 
rufián que ha perdido a su amante, la Pericona, y que, con palabras de solemne 
gravedad, lloriquea la desaparición de su fiel discípula y amiga. Por el 
contrario, la presencia de Escarramán puede interpretarse, en este entremés, 
como un homenaje a Quevedo, por quien el autor sintió verdadero afecto y 
profunda apreciación. En el entremés, Cervantes nos muestra ciertos aspectos 
de la realidad social de España. Sin embargo, este entremés hace parte de los 
entremeses de tema amoroso matrimonial, aunque resulta ser una sátira
V 
insolente del casamiento, donde la andadura divertida termina para tomar la 
delantera y resolver en su juego el ímpetu irrisorio. Además, presenta un 
lenguaje burlesco que es típico de la novela picaresca del tiempo y que 
Cervantes intenta poner en evidencia siempre.  
En el cuarto capítulo, donde se habla del pícaro en el Quijote, hay dos 
personajes fundamentales: Ginés de Pasamonte y Maese Pedro. Precisamente 
en el capítulo XXII de la Primera Parte de la obra se cuenta la historia del 
encuentro de Don Quijote con doce galeotes condenados por la justicia a remar 
en las galeras del rey, acompañados de guardas de a pie y a caballo. La justicia 
del rey ha forzado a estos criminales a servir en galeras, pero la misión 
caballeresca de DQ está contra toda expresión de fuerza al individuo. En la 
Segunda parte, Ginés de Pasamonte se reencarnará en el titiritero Maese Pedro. 
Otra vez el pícaro cervantino se mueve en el mundo de la farándula, como en el 
caso de Pedro de Urdemalas. En esta ocasión, además, Maese Pedro ejerce la 
“profesión” de embustero al trabajar con un mono amaestrado que tiene la 
supuesta capacidad de adivinar sucesos presentes y pasados.  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FIGURA 1: “El Patizambo”, José de Ribera, 1642, París, 
Museo del Louvre.