COMUNICANDO: Madrid, Barrio Universidad ¿Transformaciones espontáneas o Gentrificación?

El debate de sociólogos y geógrafos versa en descubrir cuáles son las causas determinantes del fenómeno de gentrificación, para poder distinguirlo de los comunes cambios urbanos. Resumiendo podemos decir que contrastan dos posiciones llaves de los estudios, en línea con la teoría económica de demanda y oferta. Un primer grupo de expertos sostiene que la gentrificación se desarrolla por causas de DEMANDA. La población necesita y demanda centralidad, calidad de la vida urbana y accesibilidad, estas características determinan la atracción residencial del centro de las ciudades. La que Lidia Diappi (2009, p. 10) llama un aumento de "demanda de ciudad". En la era post – industrial, en la cual vivimos, asistimos a un cambio del mercado laboral, que ha visto el nacimiento de nuevas profesiones de negocio conectadas a la globalización emergente. Los que sostienen que las causas de la gentrificación vienen de la demanda piensan que la globalización de los estilos de vida y del mercado del trabajo ha producido el nacimiento de nuevas clases sociales. Estas clases emergentes, con nuevos estilos de vida, prefieren vivir en el centro de las ciudades. Los Gentrificadores hacen parte de esta nueva clase emergente, la cual pide prestigio y bienestar y quieren vivir en barrios centrales de las ciudades, demandando beneficios que antes sólo podías encontrar en zonas limítrofes. Diferentes autores son sostenedores de la teoría de la demanda, respecto a la gentrificación.

M. V. Rofe (2003), apoya la idea de que la gentrificación es una estrategia socio – espacial local de construcción de identidades siempre mas mercantilizadas. Para él la gentrificación (conectada con la globalización), genera similitud en muchos barrios emergentes de las grandes ciudades, y una comunidad global de élite. Otro defensor de esta posición es David Ley (1978), profesor de geografía de la Universidad de Columbia, el cual aportó la teoría de que la gentrificación es consecuencia de la reestructuración económica y demográfica del espacio urbano, ya que la renovación urbana, como la pavimentación de avenidas o la regularización de servicios públicos, dan lugar al aumento de impuestos del suelo urbano favoreciendo a un grupo social específico. Él apoya la idea de demanda, donde una "nueva" clase social, pide modificaciones específicas sobre un sector deprimido, en general, sobre los espacios residenciales céntricos. Esta nueva clase media tiene una orientación política liberal, da importancia a la conservación de la imagen histórica del centro y practica estilos de vida no estandarizados. Una teorización del fenómeno detractora de la precedente la encontramos en los defensores del mecanismo de la OFERTA. Según estos estudiosos, el proceso de gentrificación se desarrolla en cuanto, emprendedores inmobiliarios, a través de intervenciones edilicias, activan el mercado inmobiliario de la zona, reformándola y convirtiéndola en un lugar atractivo para determinadas franjas de población. El autor más importante favorable a esta teoría es Smith (1987); él apoya la idea de que la oferta es el motor que impulsa los espacios gentrificables. Para él la gentrificación tiene lugar dentro de la teoría del ciclo de la vida de los espacios urbanos, más conocida como "RGT, Rent Gap Theory" (Smith, 1979), donde evidencia tres fases: la fase de crecimiento, de declive y de revitalización. Las características que hacen atractivo un sitio más que otro en la operación de gentrificación por parte de los emprendedores, parecen ser cualidades de tipos ambientales, estéticos y de implantación urbana. Esto nos explica por qué el fenómeno se genera sólo en algunos barrios centrales de las ciudades, y no en todos. Según la teoría de Smith, cuando el mercado inmobiliario se encuentra en una fase de declive, los emprendedores y los propietarios de los edificios, para reducir el riesgo de pérdida de capital, dejan de invertir en la manutención de los inmuebles. Esto produce inevitablemente una degradación de los edificios, una caída del precio de los alquileres, y la entrada de una población con renta más baja, por ejemplo inmigrantes y estudiantes. Este ciclo conduce a una caída de la calidad urbana del barrio, y por tanto, incluso los que han realizado mantenimiento en sus inmuebles, se ven también forzados a alquilar a precios más bajos. Esta caída del mercado inmobiliario de la zona puede provocar en un momento dado un interés por parte de algunos especuladores, que ven el área provechosa para nuevas inversiones, los cuales miran a una revalorización del capital. Una vez empezada la fase de regeneración, el nivel de calidad de vida del barrio aumenta, nuevos inquilinos de renta más alta empiezan a interesarse por la zona, incentivando a los propietarios a reformar los edificios. Empieza así un ciclo de mejoras de la calidad urbana y una subida del valor inmobiliario de los inmuebles, esto empuja hacia arriba el "target" de demanda, creando gentrificación. Por tanto, el incremento de la renta de los pisos supone un filtro selectivo de los nuevos habitantes.

Para Smith esto no se puede describir como una vuelta de las personas al centro de las ciudades, es más bien una vuelta de capitales que ahora pueden ser invertidos de modo prolífero en el centro de la ciudad. Esto es lo que podemos llamar la definición clásica de la gentrificación, actualmente nuevos sostenedores afirman que en la actualidad no siempre el proceso de gentrificación sigue estas pautas. No todos los autores están de acuerdo o se identifican con estas dos explicaciones basadas en una lógica de mercado. Ruth Glass (1964), socióloga británica fue la primera en hablar de la gentrificación, y la que acuñó el término. Según Glass el fenómeno de la gentrificación nace en la época post – industrial, y atribuye la causa al declive del modelo socio-económico industrial tradicional. En 1964 documentó la afluencia de personas ricas que reemplazaron a la clase media que habitaba en los barrios obreros de Londres, donde la influencia de la revitalización urbana tuvo una gran incidencia, ya que los barrios obreros londinenses pasaron de ser vecindarios de población con bajo poder adquisitivo a barrios de alto valor económico. Manuel Castells (1974), sociólogo español, analizó el caso de la renovación urbana de París en los años 70 y señaló que estas renovaciones favorecían una "reconquista urbana" por parte de un sector económico que a partir del cambio físico, funcional y simbólico hacían ocupación del suelo urbano. Según él las rehabilitaciones urbanas en los centros históricos están diseñadas para residentes ricos, élites hegemónicas y sobre todo turistas globales. Michael Pacione (1990), aporta matices al concepto de gentrificación, según él podemos hablar de gentrificación sólo cuando se producen estos dos efectos: uno, la movilidad de habitantes, y dos, la rehabilitación y puesta en valor de zonas de bajo coste adquisitivo. Actualmente los geógrafos, urbanistas, antropólogos y sociólogos están de acuerdo en sostener que la gentrificación es factor necesario y fundamental cuando se mira a la sustitución de las personas que viven o que usan un espacio urbano, donde hay una clase desplazada por otra clase con mayor poder adquisitivo. Esto implica un cambio radical del sentido de los lugares.